Antes
de entrar previamente en una reflexión personal de cómo la educación actual ha
cambiado y también la juventud. Me gustaría empezar con una frase peculiar de
Hamlet que dice: ¿Quién soy yo? ¿Quién
debería ser?
En
ocasiones nos preguntamos cómo es un adolescente, que características o rasgos
lo definen como persona. Es por ello que
quiero explicar que durante el período de la adolescencia, es una etapa de
transformación del niño antes de llegar a la edad adulta. Y no sólo hablamos de
un cambio físico, sino que, también se trata de un cambio psicológico. El
adolescente en esta etapa pretende buscar su identidad. Una autoafirmación del
yo. Esta situación en muchas ocasiones está rodeada por conflictos y
resistencias al poder, a su entorno, entre otros (más adelante lo comentaremos).
Con ello el sujeto (el adolescente) pretende alcanzar la independencia[1].
Así
pues, como dice Coleman: La adolescencia
se conceptualiza a menudo como una transición entre la infancia y la edad
adulta […] los acontecimientos sociales y políticos han afectado
significativamente a la naturaleza de la transición.[2]
¿Qué características podemos destacar de los adolescentes? En primer lugar,
tenemos que hablar sobre los cambios físicos y de su desarrollo también
conocido como pubertad. Que significa edad de madurez. Algunos de los cambios
que son fácilmente observables por ejemplo: en la chica el inicio de la
menstruación (menarquía) o la aparición del vello púbico en los chicos. Otro de
los cambios corresponde al conocido estirón,
un término aplicado a los jóvenes por su aumento de talla y de masa
corporal en un período de tiempo corto. Todo ello tiene una gran repercusión a
nivel psicológico, los niños observan como su cuerpo ha cambiado. Todo el
funcionamiento está evolucionando, es como un péndulo en constante movimiento y
con nuevas experiencias físicas. He aquí un caso de un joven “adolescente” en
el momento de su primera regla, una situación que muchos jóvenes viven al límite,
con una gran carga emocional.
«Recuerdo mi primer temor, y aborrecerlo
tanto. Yo pensaba: Realmente no quiero seguir así, durante tantos años. Y lo
odiaba, realmente lo odiaba. Me senté y lloré, y lo único que pasaba es que no
quería. No se trataba de que no me hubieran preparado para ello, quiero decir,
sabía que iba a ocurrir y todo. Pero yo no me había preparado realmente para lo
que iba a sentir, el sentimiento de que tengo que pasar por esto cada mes, bla,
bla, bla, bla y mi madre sólo me dijo: Sí, considéralo como un regalo, en lugar
de pensar en ello como una especie de tortura. Pero hasta cierto punto piensas:
Odio pasar por esto todos los meses.[3]»
Otro
de los aspectos relevantes en la vida de un adolescente es el desarrollo
cognitivo, es decir, el pensamiento y el razonamiento. Sabemos que durante las
primeras fases de la adolescencia las formas de pensar, razonar y aprender
cambian de manera significativa. Es en esta época cuando los niños empiezan a
razonar acerca de los problemas, empiezan a reflexionar sobre lo que pudiera
ser en lugar de lo que es. Es consecuencia de este estado cognitivo cuando el
adolescente construye su identidad con independencia del pensamiento, paso
fundamental hacia la madurez. ¿Cómo podemos detectar estos cambios en los
adolescentes? A simple vista no hay signos externos para evidenciar los cambios
cognitivos, como ocurre por ejemplo con los cambios físicos. Sin embargo, en
los cambios físicos se producen cambios constantemente. Pero los adolescentes
cambian su comportamiento y sus actitudes frente los adultos.
Otro
de los problemas que tenemos que tener en cuenta cuando estamos hablando de
adolescentes es su entorno y la manera como se socializan con sus iguales. En
esta época los amigos juegan un papel especial y significativo en la vida de un
adolescente. Por norma general, los grupos de amistad son similares, con los
mismos gustos y valores. Todo ello le hace sentirse valorado y acogidos por el
grupo. Toda esta exaltación de la amistad puede conllevar a que los adolescentes
vivan de manera intensa todo aquello que les suceda, como por ejemplo la
traición, el abandono, etc. He aquí dos
casos de experiencias intensas y significativas en la vida de un
adolescente. La primera es una joven de quince años que es rechazada por no ser
como sus iguales. El segundo caso es lo contrario es aceptada por un grupo de
iguales.
«Ana: Es un adolescente de 15 años. Cuenta
que no se integró en ningún grupo de compañeros desde que pasó al Instituto,
era muy buena estudiante pero se mantenía alejada del resto, temía la hora del
recreo o los cambios de clase, porque nadie se dirigía a ella para hablar y,
cuando lo hacían, les rehuía. Pensaba que no la aceptaban porque ella era
diferente […][4]»
«Isabel: Es una adolescente de 15 años, de
rasgos obsesivos y que hasta ese momento había presentado serias dificultades
para separarse de los padres. Contaba cómo en unas vacaciones al pueblo donde
iban habitualmente, no sabe cómo, comenzó a salir con sus amigas y unos amigos
de éstas. El relato que hace es de descubrimiento fascinante del grupo “me lo
pasaba genial […]” Juramos que mantendríamos nuestra amistad… nada más llegar,
me conecté al Messenger para seguir hablando con ellos, no lo podía resistir…[5]»
En
ocasiones todos estos cambios en la vida de adolescente y en concreto con sus
iguales (amigos) puede llegar a situaciones imaginables dentro de un centro
escolar. Como por ejemplo, los múltiples casos de acoso escolar. Tal y como nos
explica Luis Rojas Marcos en su publicación “Los
estragos del acoso escolar” es una realidad que casi siempre esta
encubierta por una espesa nube de tabú y de silencio.[6] Nos podemos encontrar diversas situaciones,
en el caso de los chicos normalmente tienden a utilizar la agresión física y
verbal, mientras que las chicas recurren a la marginación, a los bulos y a la
manipulación de las relaciones. Todo ello provocando un fuerte estrago
emocional a corto y largo plazo. ¿Qué ocurre cuando nos encontramos ante una
situación similar? ¿Cómo debe actuar un docente? Personalmente aunque creo que
la posición de un docente debe ser realmente complicada. En todo momento debe
ofrecer su ayuda al alumno. Ya que nos podemos encontrar frente a la situación
de que el acosado tenga miedo a ir a la escuela, abandone sus estudios, tenga
trastornos psicológicos y emocionales, etc. Creo firmemente en la afirmación
que dice Rojas: “El acoso escolar nos
deshumaniza a todos y su erradicación nos incumbe a todos”.[7]
Hasta
ahora todo aquello que hemos ido nombrando repercute al adolescente, a sus
cambios y transformaciones hacia la madurez y la vida adulta. Pero, ¿De qué
manera la escuela está vinculada? ¿En qué medida todos estos rasgos están
presentes en los centros? La comunidad antiguamente estaba custodiada por la
familia y por esta pequeña sociedad. Aunque, hoy en día, muchas de las familias
pretenden custodiar a sus hijos a los docentes para poder cubrir sus
necesidades. Así como se les encarga a los médicos que curen a los enfermos, a
los bomberos que apaguen el fuego, etc. Es decir, se pretende que el objetivo
de la escuela sea enseñar, pero con unas condiciones bien distintas. Antaño el
profesor era visto de una manera autoritaria, se aceptaba su nivel académico de
manera indiscutible. Mientras que hoy en día muchos padres tienen el mismo
nivel que los docentes o incluso tienen estudios superiores y, en muchas
ocasiones incluso se puede ver cuestionado el papel del docente. Repercutiendo
su autoridad. La educación lo que ha pretendido hacer es homogeneizar el
sistema, así pues debemos “vivir juntos,
convivir y la paz irá más allá de la escuela”[8].
El sistema tiene que compartir educación y ciudadanía para formar una comunidad
totalmente integrada. Prestando servició de buenos docentes, orientadores,
psicólogos, todo un equipo preparado para los cambios de la sociedad y, en este
caso de los adolescentes que conviven, día a día, en el centro escolar la mayor
parte de su vida. Si no, ¿Cómo se pretende erradicar la crisis de la educación?
En
muchas ocasiones nos podemos encontrar alumnos que carecen de un referente
paterno/ materno. Es por ello que los docentes en muchas ocasiones suplen el
papel de los progenitores, siempre con honestidad y humildad, haciéndolos
respetar las normas de convivencia del centro. Aunque vivimos en una situación
ardua, es posible una nueva escuela de todos y para todos. Y no como es
actualmente, una sociedad en que los objetivos es priorizar la competitividad,
una sociedad totalmente deshumanizada. Una educación que no tiene en cuenta a
todos aquellos jóvenes con unas inteligencias múltiples, con unas
características distintas. Hoy en día cuando nos enfrentamos en un aula de
secundaria tenemos que entender que todos nuestros alumnos son distintos. Todos
ellos tienen un carácter y unas singularidades distintas y todo ello en su más
complejo sentido hace al individuo. En busca de su identidad y personalidad, ello
les hace ser únicos y diferentes a todos los demás. En la actualidad el sistema
educativo que se plantea no difiere entre unos u otros. La educación se ha
centrado sólo en las capacidades que se muestran en los exámenes, en los test o
en las diferentes pruebas de aptitud. Hecho que en muchas ocasiones ha marcado
a los niños, en este caso a los adolescentes, una etapa en la que están
perdidos, frustrados e incluso desilusionados y poco motivados. Así pues ¿Por
qué este sistema educativo no admite a este tipo de sujetos? Quizá no les
conviene aceptar las diferencias o simplemente quieren continuar con su modelo
tradicional considerando la única forma de aprendizaje.
En
el documental “El Mundo de Millás:
Inteligencias Singulares”[9],
se dice que el sistema educativo español excluye a las personalidades
excepcionales. En palabras textuales dice: El
sistema educativo tiende a la normalización del alumnado. El éxito de la
escuela es conseguir personas normales que responden estándares establecidas
por tests y que responden a unas expectativas sociales. Así pues, después
de tantos cambios en las leyes de educación es totalmente normal que los
profesores actualmente estén desesperados. Los cuales se enfrentan a
situaciones arduas y difíciles de combatir. Pero personalmente, no creo que
tengamos que combatir contra unos niños (adolescentes) revolucionados, sino que
tenemos que luchar por y para que la educación sea constante, flexiva, heterogénea…
donde el objetivo de la educación y de la sociedad sea la igualdad de todos sus
alumnos, con una formación abierta al entorno que permita un mayor aprendizaje,
y sobre todo a aprender con entusiasmo, ilusión y dignidad.
BIBLIOGRAFÍA
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edición pero la primera es del año
1985). p. 11. [Edición original en inglés: The nature of adolescence. Londres:
Methuen.]
Documental:
¿De tod@s para tod@s? https://www.youtube.com/watch?v=LNgyINA03qg
(En línea: Viernes 30 de Octubre de 2015).
Documental:
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singulares. http://tu.tv/videos/inteligencias-singulares-documental (En línea: Miércoles 28 de Octubre del 2015).
LÓPEZ, A.M. y CASTRO, A., Adolescencia. Límites imprecisos. Madrid, Ed.Alianza, 2007. p.95.
MARÍAS,
Javier., Profesores Desesperados. El
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(En línea: Jueves 29 de Octubre de 2015).
MARÍAS,
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(En línea: Jueves 29 de Octubre de 2015).
MAYORAL, Victorino: III Encuentro de la Intelectualidad e
Inclusión. Escuela Intercultural: Ciudadanía activa e Inclusión. Ministerio
de Educación, Cultura y Deporte. Disponible en línea: https://www.youtube.com/watch?v=iI-4OhAyjpE
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MORENO, A., L’adolescència.
Barcelona, UOC, 2006. Pp.13-19.
No es verdad.
Manifiesto pedagógico. http://www.redires.net/sites/default/files/NO_ES_VERDAD.pdf (En línea: Jueves 29 de Octubre de 2015).
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imbéciles. El país, 2007. http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/178/permitidme-tutearos-imbeciles/
(En línea: Jueves 29 de Octubre de 2015).
ROJAS
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(En línea: Jueves 29 de Octubre del 2015).
SATURNINO
MARTÍNEZ, José., ¿Crisis en la educación?
El país, 2008. http://elpais.com/diario/2008/01/14/educacion/1200265206_850215.html
(En línea: Jueves 29 de Octubre de 2015).
[1]
MORENO,
A., L’adolescència. Barcelona, UOC,
2006. Pp.13-19.
[2]
COLEMAN,
J.C. y HENDRY. L.B., Psicología de la
adolescencia. Madrid, Ed. Morata, 2003. (Cuarta edición pero la primera es del año 1985). p. 11.
[Edición original en inglés: The nature of adolescence. Londres: Methuen.]
[3]
Ibíd.
p. 36.
[4]
LÓPEZ, A.M. y CASTRO, A., Adolescencia.
Límites imprecisos. Madrid, Ed.Alianza, 2007. p.95.
[5]
Ibíd.
p. 99.
[6] ROJAS MARCOS, Luis., Los estragos del acoso escolar. El país,
2005. http://elpais.com/diario/2005/04/02/opinion/1112392807_850215.html (En línea: Jueves 29 de Octubre
de 2015).
[7] Ibíd.
[8]Victorino
Mayoral: III Encuentro de la
Intelectualidad e Inclusión. Escuela Intercultural: Ciudadanía activa e
Inclusión. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. https://www.youtube.com/watch?v=iI-4OhAyjpE
(En línea: Miércoles 28 de Octubre del 2015).
[9] Documental: El mundo de Millás, Inteligencias singulares. http://tu.tv/videos/inteligencias-singulares-documental
(En línea: Miércoles 28 de Octubre del 2015).
Entrada muy bien fundamentada. Gracias María.
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